Mamá
te llevaba en su tripita
cuando
eras muy pequeñita.
Pero
una noche especial y hermosa
naciste
tú, linda y preciosa.
Las
estrellas acompañaban a la luna
que
con mucho cariño te hizo de cuna.
Los
peces en el mar, saltaban haciendo caracolas
mientras
en la orilla reían las olas.
¡Qué
niña tan graciosa! Decían los pajaritos
revoloteando
alegres en los arbolitos.
¡Será
muy valiente!
¡Y
la mar de independiente!
Tenemos
que buscarle un nombre diferente
para
que sea distinta al resto de la gente.
Ya
sé- dijo la tortuga- “Princesa Guerrera” será
y
un caballito de mar así la bautizará.
El
sol, que a esa hora despertaba
saludó
a la luna que se ocultaba.
Vio
que acunaba llena de ilusión
a
una niña de gran corazón.
Luna
lunita, la pequeña tiene tu blanco color
y
luce bonita como una flor.
Yo
le regalaré a su pelo, reflejos dorados
que
dejarán a sus padres hechizados.
Y
cuando Mia mire al cielo con una sonrisa
y
nos llame sin pizca de prisa,
El sol, la luna, las estrellas
y
todas las criaturas más bellas,
miraremos
sus lindos ojitos
y
le mandaremos un millón de besitos.
Mamen Manzano
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