Amor, nunca comprendí el significado de esa palabra. Ahora que echo
una mirada hacia atrás en el tiempo, tengo la impresión de que mi vida no ha
sido todo lo feliz que yo pensaba, muchas promesas se quedaron en nada, muchas
ilusiones se quebraron a medida que tomaba conciencia de mí mismo. Ahora mi
desaparición está cercana, me siento viejo, desgastado por el galopar del
tiempo, mi piel ya no es del color que era allá en los albores de mi
existencia. Hace demasiado que me pregunto por lo qué habrá después, y la única
palabra que viene a mi mente es reencarnación, es posible, será real, son
incógnitas que no he sido capaz de desvelar aún.
Es cierto, mi vida no ha sido más que una continua toma de conciencia,
desde el principio, como cualquier otro ser, imagino. Cuando vine al mundo,
hace ya algún tiempo, solo era consciente de dos cosas, de que corría sangre
real por mis venas y del color de mi piel, y lo cierto es que estaba orgulloso
de ambas. A partir de entonces, solo aprendizaje y sufrimiento.
Intentaré, a modo de legado, describirles cronológicamente mis
pensamientos en cada época de mi vida, cómo he ido dándome cuenta de mi
condición, de esa de la cual no puedo ni podré nunca escapar.
ETAPA PRIMERA(CREACION)
Acabo de llegar. No sé exactamente cómo, qué o quién me ha creado a mí
y al resto de mis hermanos, ¿es un Dios todopoderoso y magnánimo? Corren
rumores que ese Dios, si es que existe, tiene nombres y apellidos. Pero, como
siempre ha ocurrido en la historia de las religiones, el mismo Dios tiene
calificativos diferentes en cada parte del mundo.
ETAPA SEGUNDA(IDENTIDAD)
Soy alguien superior al resto, por mis venas corre sangre real, no soy
un ser cualquiera, los demás deben tenerme un cierto respeto. El color de mi
piel es propio del lugar del mundo a donde fui a parar, no existe en otros
lugares. Amarilla es mi piel, sí, y a mucha honra. En el lugar donde habito
existen cuatro razas y cuatro colores de piel, uno para cada raza. En verdad,
solo tres razas y su color pueden considerarse limpias de manchas e impurezas,
la cuarta no es más que producto del mestizaje, de la mezcla, de la fusión. Yo
pertenezco a una de las razas impolutas. En otros lugares de los que me han
hablado, dicen que solo existen dos colores de piel, no sé si debo asumirlo.
Todo me parece tan irreal, tan increíble.
ETAPA TERCERA(MISION)
Mi misión es la batalla, la guerra, somos armas, somos soldados, somos
marionetas manejadas por Dioses, o al menos por seres de su misma especie y
condición. Solo somos instrumentos para su diversión en complicados actos de
fuerza, con intrincadas estrategias y tácticas demoníacas. Nos utilizan para la
guerra en comandos de 3, de 4, de 5, de 10, para luego mandarnos a morir
lentamente de uno en uno. Me siento como si no fuese nada, como si el destino
me hubiera jugado una mala pasada ¿qué me queda aún por descubrir?
TO BE CONTINUED............... Juan F. Escudero
Pues a mí me gusta mucho y ya estoy esperando la próxima entrega. Un abrazo Juan.
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