Como
te iba narrando, al final Drácula llegó a ser rey.
Pero
como no se fiaba ni de su sombra y los territorios eran demasiados grandes y
vastos para controlarlos, nombró a su primo Stefan soberano de Moldavia y a su
hermano el segundo de a bordo en Transilvania.
El
reino de Balaquia quedó en manos turcas para su fastidio.
Pronto
hizo patente su arraigado odio hacia los turcos. Mató sin ninguna consideración
a todos los que había en el reino.
Mientras
tanto, su primo fue ganándose el favor de su gente, ya que se mostraba como un
rey compasivo y que escuchaba a su pueblo.
Iba
el primero en las batallas y cuenta la leyenda, que en una de ellas estuvo a
punto de morir.
-¿Qué
pasó?- le pregunto ciertamente intrigada.
Pues
resulta que Stephan apenas medía metro sesenta, pero ostentaba una espada casi
más alta que él.
Pesaba
30 kilos, con lo que se podría considerar un acto heroico empuñarla encima de
un caballo.
En
una de las embestidas durante la citada guerra, cayó al suelo y un campesino al
verle no dudó en ayudar a su soberano.
Como
le duplicaba en altura y poseía una consistencia física muy corpulenta, le hizo
de montaña humana para que pudiera subir de nuevo al córcel.
-¿Supongo
que Stephan le estaría sumamente agradecido?- pienso en alto.
-Y
tanto…- me dice Álex que así se llama el socorrista.
Le
hizo inmensamente rico y a partir de ese momento iba con él a todas las
cruzadas en primera línea de fuego.
Pero
hubo otra vez que estuvo a punto de fallecer a pesar de su fiel amigo.
En
esta ocasión, las malas lenguas dijeron que se salvó gracias a la brujería, a
la magia negra que practicaba su primo Drácula.
Mamen Manzano
Cada vez se pone más interesante.
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